domingo, 3 de julio de 2011

Tu fado...





No se detiene el tiempo

no hay tregua.



Buscando por calles desiertas

en lánguidas madrugadas,

sólo los gatos pardos

me preguntan dónde estás.



Ventanas entreabiertas

acechan

mi torpe deambular.



La oscuridad que me acompaña

me canta un fado,

aquel que me dejaste,

rayado,

en nuestro callejón,

aquel que sigo buscando

cada vez

que pienso en tus manos

encontrándose entre mí

cualquier silenciosa noche

de las que no quisimos dormir,

porque se acababa el tiempo

y ya sabíamos

que no podríamos repetir.



Esta noche diré

a esos gatos curiosos

que debes estar esperando

tras esa ventana entornada que deja escapar

un suspiro...

de fado olvidado,

de silencio acompasado

y repetido.




No hay comentarios:

Publicar un comentario